El pasado jueves 8 de septiembre la reina Isabel II falleció a sus 96 años en el castillo de Balmoral, en Escocia. La noticia fue comunicada oficialmente por el Palacio de Buckingham, pero previo a esta comunicación oficial se difundieron rumores en redes sociales que afirmaban su defunción. Tras la oficialización de su fallecimiento, los memes y las especulaciones sobre el nuevo rey se hicieron presentes, los cuales enfatizaban en la recuperación de Belice.
Guatemala mantiene un referendo territorial con Belice, lo que llevó a la realización de una consulta popular el 15 de abril de 2018, con el fin de determinar si este conflicto era interpuesto ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Belice es un territorio independiente desde 1981, pero mantiene una relación indirecta y simbólica con la corona británica. Horas después de la confirmación del fallecimiento, el primer ministro John Briceño, horas emitió declaraciones que descartaban que la muerte de la reina Isabel II pudiera generar repercusiones políticas y económicas en el país.
Más allá de los memes, ahora que falleció la reina Isabel II, ¿qué consecuencias afrontaremos en Guatemala y en el resto de Latinoamérica? Abro hilo… pic.twitter.com/cN6FEoFgYH
— Centennial (@Centennial_gt) September 9, 2022
En este sentido el especialista en estudios internaciones, Julio Rivera Clavería, afirmó que Belice es «autónomo» y tiene su propia estructura política para la toma de decisiones, por lo cual el deceso de la reina no interviene en el proceso legal que se tiene ante la CIJ, con relación al referendo territorial entre Guatemala y Belice. Además, enfatizó en que el nuevo rey Carlos III, expríncipe de Gales, tendrá un mayor acercamiento con el hemisferio latinoamericano y con ello mejorará las relaciones internacionales entre la monarquía británica y el mundo.
En dirección contraria, Betty Marroquín, exconsejera de la embajada de Guatemala en Washington, sostuvo que el rey Carlos III era un enigma, porque no ha trabajado y nunca mostró interés y capacidades para manejar las relaciones internacionales del reino. Concluyó en que sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique están mejor preparados para ejercer el liderazgo político que necesita la región.
Economía global
Los cambios en la economía global también han generado especulaciones, las cuales se orientan a un posible colapso económico. Según los últimos reportes del Banco de Inglaterra la libra esterlina se cotiza en 1.14 dólares, representando una caída mayor a la vivida en 1985; estos cambios también se deben al cambio de la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss. De acuerdo con Luis Velázquez, exministro de Economía de Guatemala, estas problemáticas necesitan para su solución de un liderazgo íntegro con el fin de mitigar sus repercusiones, del cual carece el expríncipe de Gales. Concluyó en que Guatemala no mantiene una relación directa en materia económica con el Reino Unido, manteniendo estable nuestra económica, «siempre y cuando no afecte al gobierno norteamericano», enfatizó.

Liderazgo en la monarquía
Jorge Chang, exmiembro de la Fuerza de Tarea Presidencial de George W. Bush, destacó que tras la partida de la reina Isabel II, el pueblo británico ha mostrado sus condolencias y unificación como nación, lo cual es positivo para afrontar las dificultades que se presenten en las nuevas políticas de la monarquía dirigida por el rey Carlos III. También resaltó que el actual líder tiene las capacidades necesarias para desempeñarse en el cargo, aunque no se perciba en el ambiente internacional, el tiempo que estuvo acompañando a la monarca Isabel II le ayudó a forjar su carácter y conocimientos del reino.
Son diversas las opiniones al respecto del futuro próximo del rey Carlos III, pero todas concluyen en que tendrá una repercusión internacional y que de forma indirecta afectarán a la región americana. No obstante, no tendrá resonancia en el proceso legal ante la CIJ sobre el referendo territorial entre Guatemala y Belice.