Un asesino silencioso recorre las calles de los Estados Unidos… En lugares ocultos e inesperados se distribuye, sus consumidores consideran que es la salida más rápida para controlar la ansiedad y la depresión. Para muchos, el fentanilo es simplemente un medicamento utilizado para el dolor intenso, mientras que para otros es el fundamento de su existencia.
Tras ser desconocida para los gobiernos, el fentanilo en los últimos años ha tomado relevancia, posicionándose como el enemigo número uno de diversos países, entre ellos Estados Unidos y México. El éxito de esta droga se debe al bajo costo y a la dificultad para detectar su consumo, situación que ha desencadenado miles de muertes de ciudadanos estadounidenses.
De acuerdo con los datos de las autoridades sanitarias de EE. UU., entre febrero de 2021 y febrero de 2022, casi 109 mil personas perdieron la vida por sobredosis de fentanilo. La Administración de Control de Drogas (DEA) alertó que este opioide rápidamente se convirtió en el narcótico más mortífero a nivel nacional y según los agentes federales se ha incautado suficiente sustancia en el 2022 como para matar a todos los estadounidenses.
El mercado de este potente opioide se centra en Estados Unidos, pero también existe un alto consumo en el continente europeo, específicamente en España. Según la última Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES), publicada en diciembre de 2022, el consumo de la sustancia ha incrementado del 1.8% en 2018 a un 14% en 2022.
Un llamativo negocio
El fentanilo se ha convertido en una droga rentable que proporciona un alto margen de ganancia en su producción, diferenciándose de las principales drogas, como la cocaína y la mariguana. La elaboración de esta sustancia no requiere de terrenos grandes ni demanda mucha mano de obra, únicamente necesita de precursores químicos e insumos que se pueden adquirir fácilmente en el mercado internacional, como el asiático.
Los consumidores han demostrado una gran aceptación en la sustancia, lo que ha incrementado su demanda, esto se deriva del efecto de la droga, el cual es 50 veces más fuerte que la heroína. Uno de los carteles dominantes de la producción y distribución es el de Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes e hijos.
¿De dónde viene la crisis del fentanilo? ¿Llegará la epidemia a Europa? Ayer presentábamos esta sustancia tan peligrosa, y hoy toca ponerla en contexto global. #fentanilo pic.twitter.com/k7sUg9pY1T
— La Drogopedia de Antón (@ladrogopediacom) November 10, 2023
Según la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional de México, anteriormente la producción del fentanilo se realizaba en el continente asiático y únicamente en México se organizaba su distribución. No obstante, con las altas ganancias que dejaba, los carteles del narcotráfico decidieron emprender en la industria, lo que abrió espacios de producción y con ello su riqueza incrementó.
Con la comercialización del fentanilo se abren espacios para el lavado de dinero en los diversos ámbitos donde se distribuye, especialmente en el digital, como se ha demostrado actualmente con el caso de las criptomonedas. En este sentido, Gerardo Nóchez, especialista en la prevención del lavado de dinero y exfuncionario de la Interpol, afirmó que durante las compras de los precursores químicos se realizan los pagos a cuentas digitales de dudosa procedencia y que permiten «blanquear» el dinero.

Al no existir control y fiscalización legal en las monedas digitales, como las criptomonedas, los delincuentes utilizan estas debilidades de seguridad para gestionar las compras y ventas ilegales de drogas, entre ellas el fentanilo. La Deep Web se ha convertido en el centro de operaciones para distribuir este opioide, mecanismo que dificulta las investigaciones por parte de los entes responsables de la persecución penal. «Es necesario un control y seguimiento en la web oscura para rastrear las transacciones ilegales, solo así se logrará minizar el daño del fentanilo«, concluyó Nóchez.
El tráfico se expande a la región guatemalteca
Durante las últimas semanas, el país ha registrado diversas acciones penales que lo han posicionado en el radar estadounidense, como un territorio vulnerable en seguridad y usado por el crimen organizado para el tráfico de las drogas. En este sentido, el pasado 23 de marzo se registró una incautación de fentanilo, específicamente de 120 toneles, en un contenedor en Puerto Barrios, Izabal.
Actualmente, la Subdirección General de Análisis e Información Antinarcótica (SGAIA) no registra el consumo ni la fabricación de esta droga en el territorio nacional. No obstante, sí afirma la existencia de una ruta de importación del fentanilo proveniente de China, que tiene como destino México, en donde se realiza su fabricación y posteriormente es distribuido en EE. UU. para su consumo.
Urgente
Toneles de Fentanilo incautados por #Antinarcóticos SGAIA #PNC en Puerto Barrios #Izabal el cargamento era trasladado en contenedores de un buque procedente de #Turquía.
#ProtegerYServir pic.twitter.com/x8G1RPtBdr
— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) March 23, 2023
De acuerdo con Luis Estrada, analista político, esta situación representa para Guatemala una presión internacional que exige incrementar el control de las fronteras. «Como país hemos saltado al escenario de las drogas, específicamente del fentanilo, una sustancia que preocupa grandemente a EE. UU. y que realizará todo lo posible para imponernos su modelo de seguridad, con el fin de minimizar su contrabando», enfatizó.
La inculpabilidad de México y China
La crisis del fentanilo ha despertado acusaciones entre los gobiernos de China y México, quienes han acusado directamente al gobierno de EE. UU. como único responsable del consumo de la droga. El gobernante mexicano, Manuel López Obrador, envió el pasado cuatro de abril una carta al presidente Xi Jinping, en la cual «exige» la ayuda china para limitar el contrabando del fentanilo en el país, además culpa a la nación de ser la distribuidora principal de la sustancia ilegal.
Como respuesta, Beijing indicó que no existe tráfico ilegal de fentanilo entre ambas naciones. «El problema del abuso de fentanilo en EE. UU. tiene sus raíces en sí mismo, y el problema es totalmente de fabricación estadounidense», dijo Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China (MOFA).
Para el internacionalista Roberto Wagner, esta problemática con origen en el fentanilo ha logrado incrementar las tensiones entre China y EE. UU. que indirectamente involucra a México como fábrica de la sustancia y que además ninguno acepta su culpabilidad. «El gobierno mexicano fue astuto y le pasó la culpa a los chinos, quienes también obviaron su responsabilidad y culparon directamente a los Estados Unidos» enfatizó Wagner.